Preferí llamarlo para darle mi respuesta, en el fondo no quería ver su expresión, por que cuando me dijo que era casado no me dolió tanto por eso, aunque obviamente no me gusto, peor lo que más me dolió fue que debe haber tenido muchas amantes antes que yo, se que no soy la primera, ni seré la última, y por eso no quería ver la forma en que mirara, ni como surcara sus labios en una tenue sonrisa, y me dijera con la más disimulada hipocresía, que estaba muy contento, o no, conociéndolo probablemente solo me abrazaría, y me diera un beso, después me llevaría a un lugar hermoso, y haríamos el amor, bah yo haría el amor, el tendría sexo.
Pero por que si se todo esto acepto empezar una relación con él?
Tan sola me siento, que necesito una compañía que no me va a traer nada más que angustia.
No sé, no quiero pensar, quiero vivir esto, después veré.
Llega, vestido en forma informal, pero no del todo, con saco, camisa, sin corbata, tienen 40 pero parece más joven, se cuida, se ocupa de él, los hombres como Omar, siempre se ocupan de si mismos, para ellos su imagen es lo más importante, darle gusto a su cuerpo, a sus necesidades, el resto es secundario, meros complementos, y sin embargo aquí estoy, interpretando mi personaje, toda arreglada, pase más de una hora eligiendo que ponerme, como peinarme, y maquillarme.
Salimos, me lleva a un discreto pero encantador restaurante, comemos algo liviano por supuesto, y salimos, no me lleva a un hotel, ni más faltaba, sino a un departamento, grande, hermoso, aunque hubiera preferido un hotel, ya que por lo menos allí, no hubiera tenido la certeza que tengo aquí, de saber que ahí en esa cama que tengo enfrente se acostaron otras mujeres, tal vez más jóvenes y lindas que yo, que fueron mejores en la cama, pero eso es algo que pienso ahora, en ese momento, hice un esfuerzo por disipar todo, y solo pensar en su mirada, en su cara, se veía exitado, y yo también lo estaba, nos besamos, nos desnudamos el uno al otro, suavemente, él me beso todo el cuerpo y yo a él, su cuerpo trabajado, sin exageraciones, me excitaba, y sus movimientos, y caricias aún más, es un buen amante, probablemente se lo deba a la experiencia, pero en ese momento lo único que pasaba por mí cabeza era el orgasmo que estaba teniendo.
Pero por que si se todo esto acepto empezar una relación con él?
Tan sola me siento, que necesito una compañía que no me va a traer nada más que angustia.
No sé, no quiero pensar, quiero vivir esto, después veré.
Llega, vestido en forma informal, pero no del todo, con saco, camisa, sin corbata, tienen 40 pero parece más joven, se cuida, se ocupa de él, los hombres como Omar, siempre se ocupan de si mismos, para ellos su imagen es lo más importante, darle gusto a su cuerpo, a sus necesidades, el resto es secundario, meros complementos, y sin embargo aquí estoy, interpretando mi personaje, toda arreglada, pase más de una hora eligiendo que ponerme, como peinarme, y maquillarme.
Salimos, me lleva a un discreto pero encantador restaurante, comemos algo liviano por supuesto, y salimos, no me lleva a un hotel, ni más faltaba, sino a un departamento, grande, hermoso, aunque hubiera preferido un hotel, ya que por lo menos allí, no hubiera tenido la certeza que tengo aquí, de saber que ahí en esa cama que tengo enfrente se acostaron otras mujeres, tal vez más jóvenes y lindas que yo, que fueron mejores en la cama, pero eso es algo que pienso ahora, en ese momento, hice un esfuerzo por disipar todo, y solo pensar en su mirada, en su cara, se veía exitado, y yo también lo estaba, nos besamos, nos desnudamos el uno al otro, suavemente, él me beso todo el cuerpo y yo a él, su cuerpo trabajado, sin exageraciones, me excitaba, y sus movimientos, y caricias aún más, es un buen amante, probablemente se lo deba a la experiencia, pero en ese momento lo único que pasaba por mí cabeza era el orgasmo que estaba teniendo.
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