La casa les era ajena, solo había estado en ella algunas veces cuando eran chicos, Mercedes por las miradas que estos le echaban a los muebles y demás pensó que estaban tratando de recordar el lugar.
Esas miradas se parecían a las de Isabel, que aunque esta había vivido toda su infancia allí, siempre se sentía rara, al contrario de ella, que la sentía una parte suya.
Federico dejo de pasear su mirada y de repente fijo sus ojos en ella.
-Donde vamos a dormir, bah donde voy a dormir, por que ya estamos grandes como para dormir todos juntos.
-Cada uno tiene su habitación, la tuya era donde mama tejía, cocía y demás, pero es una habitación.
Si no importa, ojala se venda rápido la casa, y cada uno haga lo que quiera...donde esta?
-Por acá.
-Mercedes fue con Federico hasta la habitación, esta era mediana como las demás, la única diferencia es que su ventana era más pequeña que las de el resto de las habitaciones.
Federico se saco el bolso que llevaba cruzado en su hombro, y lo tiro en el suelo, después se acostó.
Mercedes salio, sin emitir una palabra más, no había nada que decir.
Cuando volvió al comedor, encontró a Gabriela sentada mirando el adorno que había sobre la mesa, y a Sebastian con el celular.
Este al verla le dijo.
-Che estas conectada, no?
-Si...
-Ah, mejor así no tengo que pagar esta mierda.
Mercedes se sentó al lado de Gabriela.
-Querés que te muestre tu habitación.
-Después, no me alcanzas un vaso con agua.
-Claro, querés de la canilla, o de la heladera.
-De la canilla por favor.
Se lo sirvió, Gabriela vació el vaso.
-Gracias.
-De nada.
Que estoy haciendo, si los sigo tratando así, vana a querer que los atienda continuamente, a lo mejor ni van a querer vender, bueno pero como no tienen para pagar la mitad de la casa, lo van a tener que hacer, pero listo, hoy los atiendo, les hago la cena si quieren, peor ya mañana que se arreglen como puedan, yo no voy a ser la madre, ni la sirvienta de estos tres.
Mercedes encendió la televisión, y puso una telenovela, que no seguía, pero fingió que si, cuando fueron al corte, miro a Gabriela y Sebastian, este seguía tecleando en el celular, y Gabriela se tocaba la `panza, aunque esta apenas si se le notaba el embarazo.
Sebastian dejo de mirar el celular, y le dijo.
-Cuál es mi habitación.
-Este corte no dura nada, espera a que termine la novela, sino te acompañaba, es esa puerta, vez la que esta ahí.
Lo dijo apuntando con el dedo a la misma.
-Si la veo.
Sebastian tomo su bolso que lo había dejado sobre uno de los sillones, y se metió en el.
Gabriela, se levanto de la silla.
-Me voy al patio un ratito.
Ella cambio de canal, apenas aguantaba los acentos que se escuchaban en esa telenovela, por no hablar de las actuaciones, puso un canal de noticias, y después lo apago.
Esas miradas se parecían a las de Isabel, que aunque esta había vivido toda su infancia allí, siempre se sentía rara, al contrario de ella, que la sentía una parte suya.
Federico dejo de pasear su mirada y de repente fijo sus ojos en ella.
-Donde vamos a dormir, bah donde voy a dormir, por que ya estamos grandes como para dormir todos juntos.
-Cada uno tiene su habitación, la tuya era donde mama tejía, cocía y demás, pero es una habitación.
Si no importa, ojala se venda rápido la casa, y cada uno haga lo que quiera...donde esta?
-Por acá.
-Mercedes fue con Federico hasta la habitación, esta era mediana como las demás, la única diferencia es que su ventana era más pequeña que las de el resto de las habitaciones.
Federico se saco el bolso que llevaba cruzado en su hombro, y lo tiro en el suelo, después se acostó.
Mercedes salio, sin emitir una palabra más, no había nada que decir.
Cuando volvió al comedor, encontró a Gabriela sentada mirando el adorno que había sobre la mesa, y a Sebastian con el celular.
Este al verla le dijo.
-Che estas conectada, no?
-Si...
-Ah, mejor así no tengo que pagar esta mierda.
Mercedes se sentó al lado de Gabriela.
-Querés que te muestre tu habitación.
-Después, no me alcanzas un vaso con agua.
-Claro, querés de la canilla, o de la heladera.
-De la canilla por favor.
Se lo sirvió, Gabriela vació el vaso.
-Gracias.
-De nada.
Que estoy haciendo, si los sigo tratando así, vana a querer que los atienda continuamente, a lo mejor ni van a querer vender, bueno pero como no tienen para pagar la mitad de la casa, lo van a tener que hacer, pero listo, hoy los atiendo, les hago la cena si quieren, peor ya mañana que se arreglen como puedan, yo no voy a ser la madre, ni la sirvienta de estos tres.
Mercedes encendió la televisión, y puso una telenovela, que no seguía, pero fingió que si, cuando fueron al corte, miro a Gabriela y Sebastian, este seguía tecleando en el celular, y Gabriela se tocaba la `panza, aunque esta apenas si se le notaba el embarazo.
Sebastian dejo de mirar el celular, y le dijo.
-Cuál es mi habitación.
-Este corte no dura nada, espera a que termine la novela, sino te acompañaba, es esa puerta, vez la que esta ahí.
Lo dijo apuntando con el dedo a la misma.
-Si la veo.
Sebastian tomo su bolso que lo había dejado sobre uno de los sillones, y se metió en el.
Gabriela, se levanto de la silla.
-Me voy al patio un ratito.
Ella cambio de canal, apenas aguantaba los acentos que se escuchaban en esa telenovela, por no hablar de las actuaciones, puso un canal de noticias, y después lo apago.
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