Había gente amable, otra desconfiada, oportunista, desagradable, tanto entre sus compañeros de trabajo como entre los turistas y los locales. No muy distinto a todos los lugares anteriores donde había estado. Observando su propio comportamiento se dio cuenta de que había logrado construir una forma de comportarse y socializar buena, lograba ser genuinamente simpatiza incluso con gente que en otras circunstancia le hubiera caído mal. Le buscaba el lado bueno a todos y trataba de encontrar los motivos por los que esa persona se comportara de forma arbitraria, esto sin que por eso si tenía que ponerle algún punto a alguien, lo hiciera, pero intentaba siempre persuadir, a pesar de que al principio le había costado aprender a ser amable aunque no lo fueran con ella, se dio cuenta de que casi siempre hacía que del otro lado no les quedara más opción que bajar sus defensas y comportarse también de la misma manera.
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