Su esposa, se habían conocido durante un viaje en colectivo de regreso de Mar del Plata, no hablaron tanto, nunca lo harían, eran personas calladas que se tragaban todo, quizás por eso decidieron verse de nuevo, para volver a hablar poco, intercambiar miradas y al final de la cita darse un beso, pequeño, seco, anodino, como también lo serían el resto de las citas, encuentro, la primera vez que estuvieran juntos, todo en ellos se desarrollaría de una forma sosa.
Tuvieron hijos sin proponérselo, Noelia quedó embarazada porque él se había puesto mal el preservativo, medio dormido y apurado.
Nacieron mellizos, una nena y un varón. Luis no sintió nada por ellos, lo asustó eso, terminó de tomar consciencia de sí mismo, de entender que no era una persona normal.
Durante unas semanas le costó dormir, tenia pesadillas y no quería acercarse a sus hijos, hasta que lo fue asimilando, podía fingir, era fácil, todos querían que fuera real su amor paternal, por lo que cuando sostenía a sus hijos, o cambiaba a uno si su esposa le estaba dando de mama o bañando al otro, era algo admirable, de hecho todos destacaban lo habilidoso que era, jamás se ponía nervioso al sostenerlos, no sabían que era porque no le importaba en absoluto si se le caían.
sábado, 29 de mayo de 2021
Voces /4)
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