No entendía como a tantos les gustaba el olor de la marihuana, él apenas lo soportaba, y aunque varios de sus clientes lo consumían e incitaban a qué fumara con ellos, Manuel buscaba la forma de rechazarlos sutilmente, igual cuando le ofrecían cocaína.
Uno de sus hermanos había muerto en un asalto, que había perpetrado para tener unos lo que le costaba el paco, y otros 2, parecían zombies las pocas veces que estaban limpios, y locos cuando estaban drogados.
Pero no juzgaba a nadie, ni siquiera les lanzaba una mirada de condescendencia a sus clientes cuando estos esnifaban o fumaban, solamente se comportaba de forma natural, como si fuera algo típico, que sabia que para ellos lo era, tanto como si estuvieran tomándose una copa de vino o de cerveza.
Muchos de ellos estaban pendientes de sus reacciones, hacia rato que Manuel se había dado cuenta que era porque necesitaban que a alguien les importará lo que sentían, la mayoría eran solteros, aunque había algunos casados, que hacia años que apenas se dirigían la palabra con sus esposas, lo estrictamente necesario.
sábado, 10 de octubre de 2020
El oficio de Manuel /3)
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