sábado, 27 de mayo de 2017

Paraíso Accesible /4)

Ya la había visto, oído, charlado con ella innumerables veces por skype y luego por videollamada en WS, pero Martín se sentía raro, conocer a Natalia, lo hacia sentirse cohibido.
Lo único diferente es que la tendré frente a mí en carne y hueso, pero en lo demás, será la misma, ya ambos sabemos como somos, lo que nos gusta, lo que no, igual no va a pasar nada, solo somos amigos, y es lo único que podremos ser, vivimos lejos y así va a seguir, pero qué sé yo, va a estar lindo verla, espero.
Acercó a su nariz, el perfume que había comprado un rato antes, era suave, pensó en lo que sentiría ella al olerlo, y también asoció esa imagen con la de la propaganda del perfume que había visto en la televisión, eran 2 modelos, ambos una chica y un chico muy atractivos, cosa que ni Natalia, ni él eran, casi lo opuesto a ellos, representar la misma imagen, era casi una parodia grosera, una comparación patética.
Se sentó y dejó el perfume sobre la mesa de luz, siempre se sentía así consigo mismo, odiaba su fealdad, la repelía, aunque Natalia le había ayudado a aceptarse, no es que le hubiera dicho otra cosa diferente a lo que su mama y alguna que otra vez su papa, o que no se dijera a sí mismo, las frases hechas y los lugares comunes de que la belleza estética es algo superficial, que lo que importa es lo de adentro, ser buena persona, ser lindo en el interior, etc, pero eso no lo consolaba de lo que le devolvía el espejo, aunque desde que conociera a Natalia, se sentía más tranquilo y seguro, tenía quien lo acompañaba en esa carga, y más que en ella si sentía que esa seguridad no era impostada, o eso quería creer, sabía que en las mujeres era algo todavía más demandante que en los hombres, el ser bella, flaca, elegante.
Por lo que ahora que se iban a ver, tal vez el tenerse ahí cara a cara, les haría verse tal cuál era y no les gustara, quizás su amistad desde ese momento se enfriaría, empezarían a darse excusas para no escribirse, hasta que con el tiempo perdieran definitivamente el contacto.
Suspiró, trato de despejar esas ideas, y se echó unas gotitas de perfume sobre ambas palmas.

Sara miro a su sobrina mientras copiaba la clave de wi fi del hotel, haber estado las 3 horas desde que habían entrado a Chile, hasta llegar a Viña del Mar, desconectada, la habían hecho meterse a un juego online que tenia una musiquita insoportable, por la que Sara le arrebato el celular, se lo muteó y luego se lo devolvió, ambas se habían mirado con odio, pero no dicho nada, se necesitaban, siempre las había unido esa necesidad, aunque también un desprecio mutuo que les costaba esconder.
Sara se impacientaba, ya quería subir a dejar el equipaje, y no quería que luego Lorena anduviera dando vueltas por el hotel sin saber donde quedaba su habitación, además ya la nmucama la empezaba a mirar con impaciencia. 
-Apúrate Lorena, hay que subir, querida, o te crees que la chica está acá solo para nosotras.
Lorena la miró, dejó el celular, y se acerco, tomó su valija y las siguió.
-¿Contenta?
-No sabes como.





No hay comentarios:

Publicar un comentario