sábado, 18 de julio de 2015

Victima Victimaria /14)

Cada gesto, mirada o palabra, les servía de excusa para terminar a los gritos, insultándose y golpeándose.
Ambos vivían en pie de guerra, esperando la oportunidad, para escupir todo el resentimiento que cargaban uno sobre el otro.
-Qué me miras.
-Cada vez estás más fea.
-Pendejo de mierda.
-Yo voy para joven, y vos para vieja.
-Para lo que te va a servir la juventud, seguro vas a terminar siendo un reventado, un drogadicto.
-Peor ser una vieja tortillera reprimida, como vos.
-Cállate la boca, desubicado de mierda.
La intención de Magdalena, era darle una cachetada pero Martín advirtió el movimiento, agarrándole la muñeca y apretándola con fuerza.
Magdalena con la mano libre, empezó a tirar de un mechón de pelos.
-Te duele, no hija de puta, no voy a parar, hasta quebrartela.
-Hacelo y te dejó pelado.
Sintió como la mano de Martín se cerraba cada vez más sobre su muñeca, en cualquier instante se la quebraría, en ese momento más por instinto que por otra cosa, y puso el dedo indice y el mayor, haciendo la señal de la V, luego enseguida los dirigió hacia los ojos de su sobrino.
Martín no vio nada por unos segundos, inmediatamente soltó la muñeca de Magdalena, y se llevó las manos hacia los ojos, se sintió mareado, fue tambaleándose hasta que pudo apoyarse sobre la mesa, parpadeo innumerables veces, hasta que pudo empezar a ver sin que pequeñas manchas fluorescentes se le interpusieran.
Magdalena lo observaba mientras se sobaba la muñeca.
Desde ese día, procuraron hablarse lo estrictamente necesario. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario