sábado, 19 de mayo de 2012

Ausencias profundas /4) Agobio familiar.

Ahí que poner palabras que no tengan que ver con uno, si vivís hablándo de lo que tenes, todos van a creer que esa va a ser tu clave, por que es la clave de tu vida, pero nadie va a creer que pongas una clave con algo que no tenes, o que te frustra u odias, que se yo eso es lo que pienso yo, tarada, que te causa gracia.
Andrea había escuchado esta charla entre Luciana y Daniela al pasar por la habitación sin que ellas se dieran cuenta.
Quien puede ser, plata, no pero Luciana no odiaba la plata...
Se le vino la palabra y la escribió, tenia que ser esa.
-Andrea hija, vamos.
-Si.
El velorio, su ropa y todo lo que la rodeaba estaba impregnado de muerte, sintió asco por la emoción que la embargara unos minutos antes, ya que lo que estaba por descubrir era si su hermana se había suicidado, o la habían asesinado.
Cuando volvieron a la casa poco recordaba del velorio ya que se había tomado un calmante, y tanto a la gente, como lo que estas le habían dicho.
Después del mismo volvió a la computadora, y entro en el facebook de Luciana, busco en mensajes.
Luciana
Estoy cansada de mi vida, ojala en la universidad cambien las cosas.
 Daniela
Van a cambiar, vamos a estar solas.
Luciana
Si lo único bueno, que no voy a tener a mi hermana pegada.
Daniela
Que inaguantable que es, como no tiene vida te jode la tuya, mis padres son iguales, que gente de mierda.
Dejo de leer, aunque sabía lo que su hermana pensaba de ella por que muchas veces cuando peleaban le había dicho cosas parecidas, leerlo, le resulto mucho más hiriente.

 
El velorio de  Sebastian, fue más dedicado a Vicente que al mismo Sebastian, aunque había por toda la sala del velatorio fotos de él, sonriendo en todas ellas.
Virginia apenas podía reconocer a su hijo en ellas, era tan diferente al Sebastian real.
La gente los saludaba, y trataba de parecer conmovida, pero por lo que estaban ahí, no era por ese chico que la mayoría no conocía, sino por Vicente, el diputado, y después intendente de ese pueblo, después nuevamente diputado, y ahora se decía que sería candidato a gobernador.
Vicente saludaba, y se mostraba compungido con la perdida, ella hubiera querido, insultarlo, escupirlo, decirle que el único culpable de que Sebastian estuviera muerto era él, pero no podía.

Cuantos abortos había sufrido, tres eso nunca lo olvidaría, encima uno con más tiempo que el otro, el último ya estaba casi formado, y lo perdió, había pasado semanas en cama, había pensado en suicidarse, estaba seca, todo lo que plantaba en ella moría, por más que se cuidara, que hiciera todo lo que le decía el medico, morían en su vientre, se odiaba tanto que Luis un día la encontró con un cuchillo sobre su abdomen, si no se lo arrancaba, se lo hubiera clavado.
Cuanto tiempo había estado bajo tratamiento, con un psiquiatra, medicada, por lo menos un año, hasta que decidió seguir viviendo, no tanto por ella  sino por Luis, el sería como su hijo, al que cuidaría y protegería, como el lo había hecho con ella, pasado unos meses de eso, sin esperarlo en lo más mínimo, resulto embarazada.
Paso esos meses bajo un miedo absoluto de perderlo, cuando le dijeron que era una niña se alegro muchisimo, por que los demás habían sido varones, y no sabia por que, el que fuera una niña le daba tranquilidad.

Lleno la casa con reportes de el hecho, fotos del lugar del crimen ya que eso era para él, un crimen, todo lo que decían los diarios sobre lo encontrado en el lugar.
Leía y releía tratando de encontrar un por que.
-Ya te vas a obsesionar con esto, sin siquiera llorarlo.
-Vos cállate, que mierda sabes lo que estoy sintiendo, era mucho más hijo mio que tuyo.
-Yo seré una mierda, pero a vos no te importa un carajo de tu hermano.
Miro a su padre enfurecido.
-Lo quise mucho más que vos.
-Por favor, lo usaste, como usas a todos para tus mierdas, tenes tanto miedo a ser un frustrado como yo, que no te importo usar a tu propio hermano, ahora esta muerto por tu culpa.
-Lo que pueda decirme una mierda como vos no me importa, vos no sos nada, y no tenes derecho a nada, ni siquiera a llorarlo, y mucho menos a reprocharme algo.
Su padre se fue, y se volvió a absorver en las evidencias.







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