Pensó en si alguien lo lloraría cuando muriera, y se dio cuenta que no, sus hermanos como mucho lo comentarían entre ellos, ya no era más que un conocido, alguien del pasado, como ellos lo eran para él. Nunca se había sentido cercano a ninguno, al contrario el compartir la misma miseria, estar a pocos centímetros cuando comía, dormía, se sentaba, se bañaba, siempre alguien cerca, nunca había espacio ni para pensar, ya que hasta en eso se sentía invadido, le costaba abstraerse, odiaba cuando su madre o alguno de sus padrastros le hacia cuidar a sus hermanastros más chicos, o sus hermanas a sus sobrinos, siempre llanto, mocos, pañales sucios, el baño ocupado, recordó cundo dos de sus hermanos se habían cagado a trompadas porque ambos querían ir a cagar, al perdedor le tocó hacerlo en un balde.
No, no sentía cariño, ni tenia recuerdos afectuosos con ningún miembro de su familia. Tampoco tenia amigos, recordaba un par de vecinos con los que había jugado algunas veces de chico, al fútbol aunque era malo, después los juegos típicos, la mancha, la escondida, y a un compañero de colegio que vivía en el limite de la villa, fue lo más cercano a un amigo, era un chico al que defendió más porque el que lo estaba jodiendo le caía mal que por empatía con el chico, pero este se le pegó, a él no le molestó porque el chico si bien el primer día le habló sin parar, después solo aprendió a respetar sus silencios, e incluso le ayudó a comprender algunas tareas. Pablo era hijo de madre soltera, la mujer trabajaba de asistente de enfermera y estudiaba para licenciarse en enfermería y también para extraccionista. Pablo al principio le resultó pesado, pero le gustaba estar en su casa, era una construcción precaria y fea por fuera pero por dentro estaba limpia, ordenada y pintada. Con las semanas y los meses empezó a encariñarse con él, era un chico tranquilo, menos intenso de lo que creía, cuando estaba fortaleciendo el vinculo y convirtiéndose en una amistad, Pablo le contó que su mama había conseguido un mejor trabajo lo que les permitía irse de la villa y vivir en un departamento, lejos de la zona, por lo que también cambiaría de colegio y Manuel supo que muy probablemente no se verían más. Lo hicieron un par de veces pero a ambos se les complicaba.
Se prometió nunca más abrirse, no quería tener amigos, no quería querer a nadie más que a sí mismo.
sábado, 16 de enero de 2021
El oficio de Manuel /17)
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