Hay que tener contacto con alguien de arriba pa' ganar plata.
Sacó cuentas mentalmente, con la indemnización no le alcanzaría para mucho, menos con el nivel de inflación que había en el país.
Pedro fumaba desesperado, pensando en sus 2 hijos, mellizos, una nena y un varón, pero últimamente ya no disfrutaba de verlos, escucharlos, tenerlos sobre su pecho, sino en lo que costaban los pañales y la ropa, las mamaderas, las consultas al pediatra. La plata cada vez era menos, y estaba cansado de tirar C.V's y no recibir respuestas o recibir una negativa.
Pensó en un seguro que había sacado cuando nacieron los chicos, pero enseguida descartó la idea, enseguida sospecharían y no serviría para nada, encima dejaría sola a su mujer criando a 2 chicos.
Se dio cuenta que ya se le estaba por terminar los cigarrillos, se había quedado enfrente del kiosco para comprar otros, pero sabia que eran caros aunque comprara la marca más barata.
No tendría ni que haber comprado la que me acabo de fumar, pelotudo que soy, con esa pagaba media bolsa de pañales.
Estaba haciendo tiempo hasta que se fuera su suegra, no aguantaba la cara de reproche de ésta.
Vio una moto, era grande y cara, de marca extranjera, el tipo se bajó y se sacó el casco, Pedro lo miró con atención y creyó reconocerlo.
- ¿Damían?
- ¿Pedro?
-Si, cuanto hace que no nos veíamos, che.
-Y desde que dejé el secundario, fácil 15 años, por lo menos, si no se me escapa alguno.
-La puta madre, si, 15 años...
Mientras charlaban Damían le había pedido al kiosquero un chocolate, le hizo seña con el dedo que le diera otro.
-Toma, te acordas de estos.
-Huy si, aunque nunca fui muy de lo dulce.
-No, vos preferís los cigarros, bola, mirá como estas...
-Hecho mierda, ya sé, vos estás re bien hijo de puta, pareces 10 años menos que yo, así que mucho a estos chocolates no le debes dar, sos de los que va al gimnasio todo los días, este es un "gusto que te das".
-Algo así, che...
Pedro, el traga, el de los culos de botella, ahora debía usar lentes de contactos, a ver, si usa lentes, por lo menos en eso mejoró.
Damían lo miró con más atención, era cierto lo que el mismo Pedro había dicho, estaba hecho mierda, lleno de canas, con muchas arrugas alrededor de los ojos, ya se le notaba la linea e la comisura de los labios, además estaba mal afeitado y ojeroso.
El chico traga, que lo ayudaba en las pruebas y le hacia la tarea a cambio de su "amistad" que en realidad significaba protección contra los chicos que se burlaban o que lo amenazaban. Creía que ese muchacho tendría otro destino, estaría diseñando alguna cosa para una empresa en Estados Unidos, no acá con un traje gastado y en ese estado.
-Damían...vos no sé, viendo la moto que tenés y la ropa, te va re bien.
-Me defiendo, si.
-Se ve, che no tendrías algo para mí.
-No, trabajo solo.
-Robando.
Damían lo miró, Pedro le sostuvo la mirada, tanto como había dicho la última palabra como su actitud corporal denotaban una seguridad o una inconsciencia absoluta.
Sacó cuentas mentalmente, con la indemnización no le alcanzaría para mucho, menos con el nivel de inflación que había en el país.
Pedro fumaba desesperado, pensando en sus 2 hijos, mellizos, una nena y un varón, pero últimamente ya no disfrutaba de verlos, escucharlos, tenerlos sobre su pecho, sino en lo que costaban los pañales y la ropa, las mamaderas, las consultas al pediatra. La plata cada vez era menos, y estaba cansado de tirar C.V's y no recibir respuestas o recibir una negativa.
Pensó en un seguro que había sacado cuando nacieron los chicos, pero enseguida descartó la idea, enseguida sospecharían y no serviría para nada, encima dejaría sola a su mujer criando a 2 chicos.
Se dio cuenta que ya se le estaba por terminar los cigarrillos, se había quedado enfrente del kiosco para comprar otros, pero sabia que eran caros aunque comprara la marca más barata.
No tendría ni que haber comprado la que me acabo de fumar, pelotudo que soy, con esa pagaba media bolsa de pañales.
Estaba haciendo tiempo hasta que se fuera su suegra, no aguantaba la cara de reproche de ésta.
Vio una moto, era grande y cara, de marca extranjera, el tipo se bajó y se sacó el casco, Pedro lo miró con atención y creyó reconocerlo.
- ¿Damían?
- ¿Pedro?
-Si, cuanto hace que no nos veíamos, che.
-Y desde que dejé el secundario, fácil 15 años, por lo menos, si no se me escapa alguno.
-La puta madre, si, 15 años...
Mientras charlaban Damían le había pedido al kiosquero un chocolate, le hizo seña con el dedo que le diera otro.
-Toma, te acordas de estos.
-Huy si, aunque nunca fui muy de lo dulce.
-No, vos preferís los cigarros, bola, mirá como estas...
-Hecho mierda, ya sé, vos estás re bien hijo de puta, pareces 10 años menos que yo, así que mucho a estos chocolates no le debes dar, sos de los que va al gimnasio todo los días, este es un "gusto que te das".
-Algo así, che...
Pedro, el traga, el de los culos de botella, ahora debía usar lentes de contactos, a ver, si usa lentes, por lo menos en eso mejoró.
Damían lo miró con más atención, era cierto lo que el mismo Pedro había dicho, estaba hecho mierda, lleno de canas, con muchas arrugas alrededor de los ojos, ya se le notaba la linea e la comisura de los labios, además estaba mal afeitado y ojeroso.
El chico traga, que lo ayudaba en las pruebas y le hacia la tarea a cambio de su "amistad" que en realidad significaba protección contra los chicos que se burlaban o que lo amenazaban. Creía que ese muchacho tendría otro destino, estaría diseñando alguna cosa para una empresa en Estados Unidos, no acá con un traje gastado y en ese estado.
-Damían...vos no sé, viendo la moto que tenés y la ropa, te va re bien.
-Me defiendo, si.
-Se ve, che no tendrías algo para mí.
-No, trabajo solo.
-Robando.
Damían lo miró, Pedro le sostuvo la mirada, tanto como había dicho la última palabra como su actitud corporal denotaban una seguridad o una inconsciencia absoluta.
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