sábado, 25 de julio de 2015

Victima Victimaria /16)

Se miraron, entre irónicos y resignados, tenían que hacer ejercicios en pareja, y como ellos eran los más asociales de la clase, habían quedado rezagados.
Martín decidió acercarse a Juan Pablo, antes de que el profesor de educación física, les dijera a ambos delante de los demás, que se unieran, y se notará más que lo tenían que hacer por obligación, demostrando que eran los únicos que no tenían siquiera un compañero de confianza con quién hacer un par de ejercicios en conjunto.
-Hola.
-Hola.
-Nos toca ser pareja.
Se sentía raro que después de 3 años compartiendo clases, fuera la primera vez que hablara con Juan Pablo.
Y más raro todavía era que el motivo por el cuál nunca había hablado con él, fuera por lo parecido de sus caracteres y no por sus diferencias.
Mientras realizaban los ejercicios, comenzaron a hablar, sobre todo criticaron  sus profesores y a algunos de sus compañeros, a ambos les sorprendía cuantas coincidencias tenían.
-Yo por eso después de hacer la tarea, me la paso en la compu.
-Suertudo, a mí me encantaría tener una.
-Y venite a casa, hay algunos juegos que se juegan entre 2.
-¿Pero, no jodería en tu casa?
-¿A quién?
-A tus padres.
-Mama no está nunca, y mi papa no vive en casa, están separados.
-Ah, bueno por ahí es lo mejor, estar solo, sin que nadie te diga nada.
-Si, qué sé yo.
-Yo vivo con mi tía, y me encantaría que se pasará todo el día fuera, bah si no la viera nunca más, por mí mejor.
-Te llevas con el culo con ella, ¿no?
-Peor, como la mierda.
-Entonces pasa por casa, ahí no va a estar.
La casa de Juan Pablo, estaba impecable, como la de Magdalena, pero más recargada, repleta de fotos, colgadas en las paredes o con porta retratos apoyados en mesas pequeñas y aparadores, sobre todo de los padres de Juan Pablo solos, en la luna de miel, también algunas de Juan Pablo cuando era bebe.
La computadora estaba en el único rincón libre de fotos en todo el living comedor.
-Qué raro no la tenés en tu pieza.
-No me dejan, creo que mama piensa que así me vigila, pobre, no está nunca, ni que fuera adivina, además ni sabe buscar el historial de la compu, yo por las dudas igual lo borro, por si algún día aprende.
-Sos vivos.
-Mañoso nomás.
Jugaron un rato, y luego Juan Pablo le dijo que buscara lo que quisiera, lo que le diera curiosidad, Martín tecleaba increíblemente rápido, cliqueaba en diferentes sitios, al escribir atropelladamente, no se dio cuenta enseguida cuando comenzó a rozar con el codo, el antebrazo de Juan Pablo, pero si noto cuando este acerco su silla a la suya, e intencionalmente puso su antebrazo más cerca, para que cualquier movimiento que hiciera Martín llegara a rozarlo.
Sabia que en ese momento tenia 2 opciones, o correr su silla, o tocar a Juan Pablo, esta vez de forma intencional, lo miró un momento, Juan Pablo era unos pocos centímetros más alto que él, más robusto, no era lindo, ni atractivo, pero tenia algo que le gustaba, además se sentía contenido a su lado.
Mientras Martín se ponía colorado, y se le erizaba la piel, Juan Pablo abría la ventana de incógnito, tecleaba incluso con más rapidez que Martín y entraba en una pagina porno gay, al minuto frente a los ojos de Martín aparecían 2 hombres con cuerpos perfectamente trabajados, y rostros de una hermosa virilidad, que se besaban, acariciaban, y gemían.
Juan Pablo, poso su mano sobre el muslo derecho de Martín y comenzó a subirla, hasta llegar a su cremallera.
Martín se dejó hacer, le gustaba sentir una mano que no era la suya sobre su pene, y luego cuando Juan Pablo después de apearse  de su silla, abrió su boca y poso su lengua recorrió su sexo, sintió un cosquilleo por todo su cuerpo.
Cuando Martín estaba por eyacular, Juan Pablo quitó su lengua, se levanto del suelo, le dijo que se subiera los pantalones, le tomó la mano, y lo llevó hasta su habitación.
Allí le indicó que se desnudará, mientras él hacia lo mismo.
Recostados sobre la cama, comenzaron a practicarse sexo oral el uno al otro.

Enseguida se dio cuenta lo que sucedía, Martín en más de 3 años viviendo con ella, nunca había ido a la casa de nadie, y ahora se pasaba todos los días en la casa de un amigo, y luego de regresar, iba enseguida a bañarse.
Asqueroso, este encontró con quién coger, ya se estaba tardando, porquería, ojalá se fuera con el macho y no regresará.
Espero que le agarre un SIDA que se lo lleve putas, pero no,  ver si todavía después vuelve y quiere que lo cuide.




sábado, 18 de julio de 2015

Victima Victimaria /15)

-¿Por qué no me metiste en un interno?
-Le había prometido a tu mama que no lo haría, que yo te iba a criar.
-Criar, no torturar.
-Qué desagradecido sos, yo no tenia ningún interés en criarte, tenés suerte de que te diera un techo, comida y ropa.
-Era una persona, no un animal, necesitaba más que eso.
-Y bueno querido, qué querés que te diga, culpa al destino, a la vida, a Dios, a lo que se te de la gana.
-Sabes lo peor, es que si hubieras sido indiferente conmigo, vaya y pase, pero no, fuiste una mierda, nunca entendí por qué, yo nunca te hice nada.
-Por favor Martín, ahora vos eras un corderito, vamos.
-Yo lo único que hacia es defenderme.
-Yo también, defendía mi privacidad, mi soledad, mi intimidad, mi lugar, por qué tenia que compartir todo con un chico que no era mío, yo nunca quise tener hijos.
-Por suerte.
-Hacete el vivo, dale, pero te quisiera ver a vos con un chico, al que tengas que criar, seguro se te muere de hambre o lo dejas por ahí, quién sabe donde, si no lo mandas a que se prostituya.
-Nada te hubiera costado tratarme con respeto.
-Ajá, pero como no lo hice, ahora debo pagar mi error, pecado, o como quieras llamarlo, ¿no?
-Ya lo estás pagando.
-¿Y tu madre, qué tenia qué pagar, o qué pagó? porque ella también murió de cáncer.
-Pero a ella la quiso mi mama, y yo, a vos nadie, ese es tu verdadero castigo.
-Pensa lo que se te cante.
Ahora qué vas a hacer, cagarte encima mío?
-Debería, pero no, eso te jode, no te duele.
-No necesitas hacer esas cosas para joderme, tu sola presencia me jode, y dolor, ya lo agote con el cáncer, y los medicamentos que me dan, me quitan hasta las fuerzas para pensar o atormentarme la consciencia, así que no sé, contento con eso.
-No, voy a estar contento cuando te vea muerta.
-Okey, bueno si tenés alguna otra pavada que decirme, aprovecha ahora antes que me duerma. 


Victima Victimaria /14)

Cada gesto, mirada o palabra, les servía de excusa para terminar a los gritos, insultándose y golpeándose.
Ambos vivían en pie de guerra, esperando la oportunidad, para escupir todo el resentimiento que cargaban uno sobre el otro.
-Qué me miras.
-Cada vez estás más fea.
-Pendejo de mierda.
-Yo voy para joven, y vos para vieja.
-Para lo que te va a servir la juventud, seguro vas a terminar siendo un reventado, un drogadicto.
-Peor ser una vieja tortillera reprimida, como vos.
-Cállate la boca, desubicado de mierda.
La intención de Magdalena, era darle una cachetada pero Martín advirtió el movimiento, agarrándole la muñeca y apretándola con fuerza.
Magdalena con la mano libre, empezó a tirar de un mechón de pelos.
-Te duele, no hija de puta, no voy a parar, hasta quebrartela.
-Hacelo y te dejó pelado.
Sintió como la mano de Martín se cerraba cada vez más sobre su muñeca, en cualquier instante se la quebraría, en ese momento más por instinto que por otra cosa, y puso el dedo indice y el mayor, haciendo la señal de la V, luego enseguida los dirigió hacia los ojos de su sobrino.
Martín no vio nada por unos segundos, inmediatamente soltó la muñeca de Magdalena, y se llevó las manos hacia los ojos, se sintió mareado, fue tambaleándose hasta que pudo apoyarse sobre la mesa, parpadeo innumerables veces, hasta que pudo empezar a ver sin que pequeñas manchas fluorescentes se le interpusieran.
Magdalena lo observaba mientras se sobaba la muñeca.
Desde ese día, procuraron hablarse lo estrictamente necesario. 


sábado, 4 de julio de 2015

Victima Victimaria /13)

Pasaban tan lentamente los días allí, sentía que el tiempo que llevaba en esa casa, era eterno, pasaba con una lentitud pasmosa, volvía a sentir esa mezcla de angustia, inseguridad y temor, que había marcado su adolescencia.
No, no es igual, ella está ahí pudriéndose, y yo estoy acá para verla reventar, cagándome de risa.
Pero los escasos momentos de perverso placer que el cáncer de Magdalena le brindaba, se diluían enseguida.
 ver si todavía se salva, la hija de puta ésta, fuerte es, pero no, sería un milagro, y esos si qué son un cuento, cuanto rece yo para que mi mamá se salvará, a dios, a Jesús, a la virgen María, y a todos los putos santos de los que me acorde.
Pero ese cáncer de mierda, está en la sangre de todos, de mi mamá y ahora de la lesbiana reprimida ésta, el cáncer es real, lo único real, y después nada, la muerte, ese en el fondo va a ser un alivio para el sorete este, ni cielo, ni infierno, ni purgatorio, ni una mierda, nada, por eso los días o semanas que le queden de vida, la voy a hacer cagar fuego.
Trataba de imprimirse seguridad en esos soliloquios, pero enseguida regresaba la angustia y la inseguridad que la casa despertaba sobre él, y lo iba sepultando de a poco, como la enfermedad a Magdalena.
Era de madrugad, Magdalena dormía, las pastillas la sumergían en un laberinto de pesadillas.
Y si termino todo ahora, por lo menos no la saco barata, la mie, qué más le voy a hacer, cagarla.
Martín agarró una almohada de las que estaban apoyadas sobre la mesa de luz, y la sostuvo con las 2 manos, estaba a pocos centímetros del rostro de Magdalena.
Si la ahogo no pasa nada, quién iba a sospechar que una vieja con medio cuerpo tomado por el cáncer, no se podía llegar a morir en cualquier momento, y si le llegan a hacer la autopsia, digo que ella me lo pidió, una muerte digna como le llaman.
Se acercó más, hasta que casi la almohada llegó a tocar la nariz de Magdalena, pero enseguida tiro la almohada con violencia.
No, no puedo, no me voy a convertir en un asesino, ese sería un castigo para mí, no para ella.
En el mejor de los casos, terminaría metiéndome cualquier droga que pudiera conseguir, o si no pegándome un tiro.