Alargada Primaera /9)

Le gustara el champán o preferirá el vino?
Tal vez ninguna de las 2, después de tomar en el restaurante no creo que quiera tomar conmigo....o si?
No importa, mejor prever que lamentar, compro las 2 y las mantengo a la temperatura justa.
Las sabanas, sobrias, si lo más sobrias posibles, nada de flores, ni estampados, ni nada, un color...azulado, pero tenue, ni oscuro, ni nada de eso, no mejor azulado no, blanco, pero no del todo, un cremita le iría bien, si un tono crema, tirando a ocre.
Y rosas? no sé, un poco cursi para como es Patricia, peor no importa, capaz que le gustan, si rosas.

Que hermosa que está ésta noche.
Que bien besa, acaricia, abraza, se entrega, ni me acuerdo la última vez que estuve con una mujer así, que porquería esas que se tiran como muertas, es como hacerse una paja, bah peor que hacerse una paja, porque con la paja uno se imagina a quién quiere, pero con la muerta ahí abajo mirándote, o peor con los ojos cerrados y uno cogiéndola para nada, porque algunas hijas de puta no son capaces siquiera de fingir un orgasmo, no es que me importe, ya que esas frígidas no conseguirían un orgasmo ni haciéndole primeros auxilios al clítoris, pero en agradecimiento al que tiene al lado podría aunque sea pegar uno que otro grito, pero ni eso, se creen que merecen todo, por eso están solas, a pesar de ser unas pendeja y estar buenísimas, pero no hay caso, algunas no saben aprovechar lo que tienen.

Igual Patricia está rara, no sé, que carajo tiene.
Mierda, mi esposa.
-El trabajo mi amor.
-Pablo se siente mal.
-Que tiene?
-Está descompuesto.
-Bueno llama al doctor Linero, o dale rivotril, estoy trabajando Luisa.
-Si, trabajando.
-No empeces.
-Cierto, para que empezar...
No me corte la puta madre que te parió.

Que hace, no.
-Me voy Omar, me llevas.
-Claro, pero...si espera que me vista y vamos.

Alargada Primavera /8)

Caminaba por la ciudad, repleta de edificios, de autos, de semáforos, de personas que caminaban tanto a su lado, como delante y detrás, casi todos miraban para arriba, el cielo estaba cubierto, las nubes eran de un gris cada vez más oscuro, y se empezaban a oír los relámpagos,Verónica parecía ser la única persona a la que esto no le importaba que dentro de pocos minutos se largara a llover, llego hasta una plaza, y se sentó en uno de sus bancos, y espero, la lluvia comenzo a caer, primero suave, y lentamente, después con más fuerza, la gente corría, se refugiaban en cualquier techo que encontraban, o se subían desesperados a todos los taxis y colectivos que encontraban, en ese momento recordó algo que siempre decía su madre, no sé porque la gente se cubre tanto de la lluvia, ni que fuéramos de azúcar.
Se sintió antes ese recuerdo, y se quedo ahí sintiendo la lluvia sobre su cuerpo, era finales de octubre, por lo que no sentía frío, más bien una humedad reconfortante, raro en ella, que odiaba estar mojada, pero ese día no les importaba, mientras más fuerte llovía, menos gente quedaba a su alrededor, todo se despejaba.

Hubiera querido hablar con Verónica pero esta no estaba, decidió acostarse, la amante, nunca he sido amante, en fin una relación que no me llevara a ningún lado, bah igual que relación te lleva a algún lado?
Cuando estaba por dormirse llego Verónica, se levanto.
-Estas empapada.
-Que novedad.
-Que se te dio de salir?
-Nada, si voy a vivir acá tengo que conocer la ciudad.
-Cierto...
-Y vos, como te fue con Omar?
-Bien.
-Y que tal es?
-Bueno, demasiado bueno.
-Y si, experiencia le debe sobrar.
-Eso es lo que no me gusta.
-No habrás pensado que eras la primera amante que tenia?
-No, por supuesto, pero igual, el tener la certeza que solo soy una más, no  es nada lindo.
-Te entiendo, y que vas a hacer.
-Te referís a si voy a seguir con él?
-Si, no sé, ahora estoy en una etapa en que prefiero estar mal acompañada, antes que sola.

Alargada Primavera /7)

Preferí llamarlo para darle mi respuesta, en el fondo no quería ver su expresión, por que cuando me dijo que era casado no me dolió tanto por eso, aunque obviamente no me gusto, peor lo que más me dolió fue que debe haber tenido muchas amantes antes que yo, se que no soy la primera, ni seré la última, y por eso no quería ver la forma en que mirara, ni como surcara sus labios en una tenue sonrisa, y me dijera con la más disimulada hipocresía, que estaba muy contento, o no, conociéndolo probablemente solo me abrazaría, y me diera un beso, después me llevaría a un lugar hermoso, y haríamos el amor,  bah yo haría el amor, el tendría sexo.
Pero por que si se todo esto acepto empezar una relación con él?
Tan sola me siento, que necesito una compañía que no me va a traer nada más que angustia.
No sé, no quiero pensar, quiero vivir esto, después veré.
Llega, vestido en forma informal, pero no del todo, con saco, camisa, sin corbata, tienen 40 pero parece más joven, se cuida, se ocupa de él, los hombres como Omar, siempre se ocupan de si mismos, para ellos su imagen es lo más importante, darle gusto a su cuerpo, a sus necesidades, el resto es secundario, meros complementos, y sin embargo aquí estoy, interpretando mi personaje, toda arreglada, pase más de una hora eligiendo que ponerme, como peinarme, y maquillarme.
Salimos, me lleva a un discreto pero encantador restaurante, comemos algo liviano por supuesto, y salimos, no me lleva a un hotel, ni más faltaba, sino a un departamento, grande, hermoso, aunque hubiera preferido un hotel, ya que por lo menos allí, no hubiera tenido la certeza que tengo aquí, de saber que ahí en esa cama que tengo enfrente se acostaron otras mujeres, tal vez más jóvenes y lindas que yo, que fueron mejores en la cama, pero eso es algo que pienso ahora, en ese momento, hice un esfuerzo por disipar todo, y solo pensar en su mirada, en su cara, se veía exitado, y yo también lo estaba, nos besamos, nos desnudamos el uno al otro, suavemente, él me beso todo el cuerpo y yo a él, su cuerpo trabajado, sin exageraciones, me excitaba, y sus movimientos, y caricias aún más, es un buen amante, probablemente se lo deba a la experiencia, pero en ese momento lo único que pasaba por mí cabeza era el orgasmo que estaba teniendo.

Alargada Primavera /6)

No entiendo, por que me compare con la paloma que andaba perdida, me tendría que haber comparado con una enjaulada, que da vueltas en  su jaula sin saber que más hacer.
Apenas salgo del departamento, y camino pocas cuadras, trato de estar bien, de ponerle voluntad, pero ésta ciudad no me gusta, es demasiado grande, demasaido ruidosa, demasiado todo, o será que a mi me queda  grande, que se yo.
No soy una vieja, no tendría que tener tanto miedo a los cambios, pero lo tengo, todo me desagrada, todo me cansa, nada me gusta, no se que mierda hacer con mi vida.
Basta de repetirme lo mismo, de regodearme en mí angustia, si me separe, la vida que tenia cambio, pero por que creo que eso es malo, no lo es, mi marido no me amaba, y tal vez nunca me amo, le gustaba tener una mujer como yo al lado, nada más, y mi hija, bueno que se yo, si creo que hice lo que pude, no se si fui una buena madre, pero responsable si que fui, por ahí pude hacer las cosas mejor, pero que se yo, ella prefirió a su padre, las hijas siempre prefieren al padre, bah eso es un cliché, peor bueno, es lo único que tengo para aferrarme.
Bueno sigo regodeandome en la angustia, en la soledad, basta, tengo que salir de la jaula, esta es la dirección, sino me alejo mucho, tomo un taxi que me traiga de vuelta.
Mierda, la ciudad es grande, todos son tan indiferentes, y ese olor a gasoil de los colectivos, que asco, bueno basta de quejas, es esto, o irme con mamá, a escuchar reproches, así que mejor me acostumbro a la ciudad.