sábado, 25 de agosto de 2012

Agnezzi /8)

Lorena dijo lo primero que se le vino a la mente.
-Hace mucho que vives aquí, y todavía no se te conoce novia.
Cuando acabo de pronunciar esto, se arrepintió, sentía que había sido metida y desesperada a la vez.
Quiso rectificar, pero Esteban contesto antes.
-Bueno la soledad no es mala, igual me gustaría conocer a alguien, peor para eso se necesita tiempo,m y yo no dispongo del mismo.
-Te entiendo.
Ya no había como, ni por que alargar, una situación que en nada la beneficiaba.
Se despidio de él, con un saludo, y se fue al lado de su madre, que si se había dado cuenta o no de lo que había pasado, su expresión no lo demostraba.

S dio un baño, vio que Luis estaba dormido, y la tierna imagen de él niño la calmo, se puso un camisón, y se acostó.
Esa noche soñó que tenía 18 años, y estaba en una playa, oía el mar, y lo sentía en sus pies, se sentaba y dejaba que el agua tocara sus piernas, al momento llegaba un hombre y se sentaba a su lado, ambos se sontenian, y él la abrazaba, ella lo miraba, al verlo se dio cuenta que este hombre era Esteban.

Tomo el té, y se acostó, Delia sin preguntar nada más, se ocupo de la mesa, y los chicos, Ines hubiera querido ayudarla, tanto para no quedar como una mujer incapaz de ocuparse de su casa, y que se valía de una pobre vieja para que hiciera  sus quehaceres, como para que Delia no sospechara, ya que si bien le había lo de la frustración podía entenderse, no justificar, que ella no fuera y por lo menos ayudara a la mujer, así que con todo el esfuerzo del que fue capaz, se levanto de la cama, Delia entro antes de que Ines pudiera abrir la puerta de la habitación y le dijo que por favor no se levantara, que entendía la frustración de esta, que no había peor cosa para una mujer que no estar con su marido, si hubiera sabido Delia, que lo que menos quería Ines era estar cerca de él, pero sabía que lo mejor era asentir, y agradecerle a la mujer por todo lo que estaba haciendo.

sábado, 18 de agosto de 2012

Agnezzi /7)

Se conmemoraba el aniversario de la muerte del santo patrono del pueblo, San Lorenzo, por lo que después de la misa, se haría un pequeño acto.
Lorena decidió aprovechar esa ocación para hablar con Esteban, este venía pocas veces al pueblo, por lo que al verlo, se acerco a él.
-Hola.
-Hola.
-Has tenido suerte con la cosecha, tu primer año.
-La verdad que no me puedo quejar, aunque es un trabajo duro.
-Si.
-No sabía que más decirle, no quería que la conversasión se muriera ahí, pero nada se venía a su mente para retenerla.

Francis trataba de que Luis tuviera todo el día la teta en la boca, ya que después de tomar la leche se dormía, no había querido destetarlo, por que creía que sino no dormiría nunca, estaba harta de pasar todas las horas del día con él, pero sabía que no se podía despegar, ya que sino buscaba los enchufes para meter el dedo, varias veces había estado a nada de hacerlo, como de tirar cosas filosas que podrían haber caído en su cara.
Francis lo tenía constantemente en su regazo, por lo que cuando Luis se orinaba o defecaba la ensuciaba.
Juan no la ayudaba en nada, y cada vez se sentía más lejana a él.
Cuando estaba escuchando las palabras del cura, sintió como se le mojaba el vestido, una enorme frustración la embargo, se levanto y salio lo más calmada que pudo de la iglesia, una vez fuera de la misma, corrió hasta su casa, cambio a Luis, lo dejo sobre la cuna, y se encerró en el baño, se arranco el vestido y se largo a llorar.

Cuando salio de la casa de Ines la partera, sentía que todos la miraban, aunque era casi de noche, y a esa hora no andaba nadie por la calle, Mariana en su mente escuchaba que la miraban, la señalaban, y hablaban de ella, tuvo que andar despacio por que se sentía débil y mareada, y con cierto dolor en los ovarios.
Al llegar a la casa vio a su hijos, los había dejado con Delia una vecina, ya viuda ella, que vivía bastante cerca, y que siempre la ayudaba, por que no le gustaba estar sola, esta le pregunto que le había pasado, ella le había dicho que iría al pueblo a hablar por teléfono con su marido, y saber cuando este volviera, le dijo que había estado toda la tarde tratando de comunicarse con él, pero no lo había logrado, por lo que estaba cansada, y frustrada, la mujer le dijo que no se preocupa, que en ella ya había preparado la cena,  que si estaba tan cansada, ella le prepararía un té, y acostaría a los chicos por ella.
Mariana al ver todos los niños que tenía, pensó en lo que había hecho, en que el feto que había tenido dentro, hubiera sido como ellos, se sentía una asesina, las lágrimas le saltaron a su rostro, pero las pudo ocultar, ya que los chicos estaban comiendo, y Delia preparando preparando el té, corrió sus lágrimas rápidamente y se sentó a la mesa.

sábado, 11 de agosto de 2012

Agnezzi /6)

Las cosas habían cambiado de un año para el otro, su hermano Norberto y la mujer de este Analia, se habían mudado también a la casa, ya que este abriría una zapatería, estaba cansado de ser empleado, y cuando pudo sacar un crédito, decidió hacerlo y abrir una fabrica de zapatos en ese apartado lugar, Analia no se cansaba de decirle que había preferido ser una cabeza de ratón que una cola de león, ella no se llevaba bien con ninguno de los dos, por lo que se pasaba todo el día en su habitación o en la de su madre.

El bebe ya era un niño que daba sus primeros pasos, desde que Esteban se fuera del almacén, Juan había contratado a un hombre tan parco como él, este apenas hablaba, Francis estaba contenta de que este si tuviera una casa donde vivir, ya que para estar cerca de un hombre igual a Juan prefería estar sola.

El volver a trabajar en el campo, le recordó su infancia, y su adolescencia, hasta que su padre había perdido todo en el juego, eso nunca se lo había perdonado y por eso se había marchado de allí.
Había contratado a dos jóvenes, uno que pensaba dentro de un año irse a Buenos Aires y no hablaba de otra cosa durante el día, el otro por el contrario, anhelaba poder tener un campo como el de él, casarse y tener hijos, pero igual se llevaban bien entre ellos, y lo respetaban a él, pese a solo tener 4 años más que ellos.

Después de preguntarle varias veces si estaba consciente de lo que iba a hacer, y de lo peligroso que esto podía resultar, la mujer por fin hizo que se levantara y la siguiera hasta una habitación, en esta el olor a desinfectante era aún más fuerte, la hizo acostar y le dio algo para que tomara.
Cuando despertó se encontró a la mujer limpiando sangre, y ella con un fuerte dolor, la mujer le entrego un frasco, ella le pago, y salio, se sentía como una criminal.

sábado, 4 de agosto de 2012

Agnezzi /5)

Decidió que su madre se fuera con ella, bah también habían influido en esa decisión sus hermanos, que le habían dicho que si querían mantener la casa esta tendría que permanecer cerrada, para no pagar nada más que los impuestos de la misma, ni luz, ni gas, ni empleados.
Lorena sabía lo que eso le costaría a su madre, no por los lujos que ya no quedaba más que un patético reflejo de lo que había sido esa casa en otros años, sino que ahí tenía los recuerdos de su padre, su razón de ser, y de vivir, pero bueno, era eso o la nada, ya que su madre no podía permanecer allí.
-Mama, nos tenemos que ir.
-Adonde, no, esta es mi casa, aquí esta tu padre, aunque sea todo lo que me queda de él.
-No se puede mama, esta casa para que siga siendo nuestra la tenemos que cerrar.
-Tu padre no lo hubiera permitido.
-Papa no es mama.
-Es todo lo que tengo.
-Si mama, pero entiende, si nos vamos seguirá siendo nuestra, pensalo.
-Es toda mi vida.
-Mira, en el pueblo todos recuerdan a papa, además lleva su nombre, hay una estatua de él, hay cuadros, hay de todo mama, nos tenemos que ir.
-Nunca me gusto ese lugar, tu padre merecía que un lugar mucho más importante llevara su nombre, no ese villorrio insignificante, que ni a pueblo llega.
-Pensa que así algún día podrás volver a esta casa.
Se levanto y la dejo, para que pensara, sabía que iba a aceptar, pero que quería seguir lamentandose de si misma, aunque ella no tenia ni la intención, ni las ganas de escucharla.

El bebe lloraba, y comía, todo el tiempo, Francis apenas dormía, y siempre se sentía sucia, por la leche que chorreaba de los senos, por la baba, el vomito, o la orina del bebe, pero con todo y que le resultaba agotador, igual lo amaba, y era su razón de ser, se pasaba todo el día y la noche con él, lo tenía en sus brazos, y lo usaba de excusa para estar lejos de su marido, a este lo veía cada vez más lejano a ella, y así quería que se mantuviera, no quería que la besara, ni que la tocara, y menos que le hiciera el amor, se sentía irritada si él lo hacía, lo veía como un pusilánime, mezquino, del que quería alejarse lo más posible, aunque lo tuviera al lado.

Había visto un campo, el hombre que lo trabajaba había muerto, y su familia se iría del pueblo, así que él podría sustituirlo, eran pocas hectáreas, así que con otros que lo ayudara, bien podría realizar el trabajo, saco la cuenta, mientras el dueño del campo, que tenía muchas más hectáreas en otras regiones pero que no quería vender por que el precio de la tierra estaba por los suelos, contrataría a quien estuviera dispuesto, y obviamente fuera de confianza.


La casa de la mujer era pequeña, al entrar se llevo enseguida la mano a la nariz, por que le costaba soportar el olor a lavandina que había en el lugar, enseguida supuso por que, era lo único que conbatía el olor a la sangre.
La mujer tenía unos 45 años, era más bien baja, pero se veía bien, no era fea tampoco linda, ni sucia, se parecía a cualquier otra mujer de su edad, aunque quizás con menos arrugas, y más cuidada, tal vez por que no tenía hijos, o no creía que los tuviera, ya que vivía allí hacía 4 años, podía ser que tuviera hijos y los abandonara, o ya fueran lo suficientemente grandes como para vivir su propia vida, y haber formado su familia.
La mujer la invito a pasar, le hizo seña de que se sentara, ella se sentó, y la mujer también.
En ese instante tuvo ganas de levantarse y salir corriendo, pero pensó en todo lo que pasaría después, y se dijo que nada podía ser peor que tener otro hijo.